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Lucía Tello: «No se puede conocer a nadie con mayor profundidad que cuando se le entrevista»

El cine siempre ha buscado la referencia del periodismo como tema de cabecera y de esa unión han salido muchas grandes obras maestras.

Los destinos de los periodistas suelen tener una buena aceptación entre los cinéfilos y los críticos.

Lucía Tello es una de las periodistas más destacadas que tenemos en España, una profesión que compagina con la docencia y la escritura.

Ha escrito dos libros fundamentales para entender los vínculos entre el cine y el periodismo: «Diccionario del periodista en el cine español (1896-2010)» (Notorious Ediciones) y «Hablemos de cine: 20 cineastas españoles conversan sobre el cuarto poder» (Editorial PUZ)

El comienzo de una relación
Pocas parejas han hecho tan buenas migas a lo largo de las décadas como la que forman el cine y el periodismo. Durante muchos años, Ciudadano Kane encabezó todas las listas de las mejores películas de la historia del celuloide. Sin embargo, no es ni el primero ni el último filme que pone en evidencia la insondable relación entre el llamado cuarto poder y el séptimo arte
 
El periodista es un ser preguntón, intranquilo, contestatario, perseverante, tenaz, constante, firme, obstinado… Al que le gusta observar, indagar, fisgar, hurgar… Su oficio está rodeado de una aureola romántica (la de las buenas causas perdidas), a veces hasta homérica e impetuosa. Son expresiones muy manidas las que estamos utilizando para definir a este gran profesional de la comunicación, todo el mundo lo sabe, pero esas trivialidades lo convierten en un personaje cinematográfico perfecto, muy útil e interesante. A través de sus ojos, el guionista puede narrar las más diversas fábulas y hacerlo desde diferentes categorías. La historia del cine contiene infinidad de reporteros de celuloide de diversos aspectos. La lista es demasiada extensa y detallada para ponerla aquí.
 
Los primeros veinte años de vida del cine sonoro ya dejaban bien claro esa unión tan afable. El periodista de aquella época era el prototipo del periodista-aventurero (muchas veces idealista) que siempre estaba dispuesto a llegar hasta donde hiciera falta, metiéndose en toda clase de líos, con tal de conseguir una noticia. Hacía las veces de héroe, paladín de la verdad y defensor de las causas perdidas. 
 
A comienzos del siglo XX, en los felices años veinte, casi nadie cuestionaba las publicaciones periodísticas. Su figura era el fiel reflejo de una verdad insobornable e íntegra y el periodista cinematográfico estaba rodeado de un círculo luminoso de pícaro al servicio de los espectadores, un embaucador que jugaba a ser Robin Hood estafando a los ricos (a los delatores también los tenía fichados) y propagando a los cuatro vientos las malas maneras que utilizaba para conseguir un fin determinado. 
Y así comenzó la leyenda
Llegaron los años treinta, previos a la Segunda Guerra Mundial, y las salas de cine se inundaron de comedias locas (las célebres screwball comedy) protagonizadas por los galanes más importantes de Hollywood en el papel de atractivos periodistas. Con Sucedió una noche, de Frank Capra o Historias de Philadelphia, de George Cukor a la cabeza, este subgénero triunfó entre el público  gracias a sus argumentos alocados, inverosímiles, sin sentido y con situaciones rocambolescas. Pero todo cambió en 1941 cuando un jovencísimo Orson Welles decidió levantar el velo y marcar una línea divisoria entre la ingenuidad absoluta y el comienzo de la era moderna con Ciudadano Kane, una de sus grandes obras maestras. La película puso al espectador contra la pared al desvelarle una verdad tan espantosa como incuestionable para la que todavía no estaba preparado: la historia que se cuenta acerca del protagonista (Charles Foster Kane) no es más que un simple truco que tiene como único objetivo adulterar y manejar las ideas y conceptos que tenéis sobre él. 
 
La cándida dejadez con la que el público se sometía a esos conceptos se fracturó por completo y el cine y los medios de comunicación tuvieron que adaptarse a los profundos cambios que traían los nuevos tiempos. Unos momentos que pasaron paulatinamente de la opinión más ingenua a la irritable desconfianza que le produjo a muchas personas la era digital. A partir de ese momento, el periodista cinematográfico comenzó a destaparse como un ser más complicado, avezado y temerario. El detective privado carente de valoración moral, creencias, ilusiones o confianza se mezcló con el aventurero más entusiasta, dando como resultado a un periodista de cine que se ha convertido en un ferviente adalid del razonable derecho del público a conocer la fiabilidad y validez de la información así como los responsables directos de su fabricación, manejo y posible manipulación. 
Cuando la profesión y la pasión se funden
Lucía Tello es una reconocida y respetada periodista ligada al mundo del cine que ha escrito dos libros relacionados con el periodismo y el cine: Diccionario del periodista en el cine español (1896-2010) (Notorious Ediciones) y Hablemos de cine: 20 cineastas españoles conversan sobre el cuarto poder (Editorial PUZ); unas obras que han contribuido a su crecimiento personal y profesional, además de enseñarle a valorar todavía más la transcendencia del cine español. Para nosotros han supuesto un punto de inflexión en la percepción que teníamos sobre estos medios de comunicación, ya que nos han influido considerablemente a la hora de confeccionar nuestras entrevistas.
 
A través de las páginas del Diccionario del periodista en el cine español (1896-2010), una obra fuera de lo común que cuenta con un completo análisis de más de 800 películas, nos podemos hacer una idea de cómo es la esencia del periodista en el cine español durante 114 años, cuáles son sus rasgos más representativos, sus defectos, sus hábitos, sus títulos más icónicos y toda la leyenda que los envuelve. En Hablemos de cine: 20 cineastas españoles conversan sobre el cuarto poder, Lucía nos muestra, a través de entrevistas a veinte prestigiosos cineastas españoles, la opinión que estos tienen respecto al periodismo y el cine. José Luis Garci, Álex de la Iglesia, Jordi Mollà, , Julia Montejo o Betty Kaplan son solo algunos de los directores con los que se reunió durante el periodo 2009- 2010 para hacer un análisis minucioso de la sociedad española esperando encontrar alguna muestra verificada y certera sobre la industria cinematográfica y su concatenación con el cuarto poder.
 
Esta admirable profesora de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) goza de una formación cultural muy sólida y de unos sorprendentes conocimientos cinematográficos que la han llevado a colaborar con editoriales tan prestigiosas como Notorious Ediciones. Pero su consagración como escritora se produjo cuando Con C De Coixet. Ética y compromiso en el cine de Isabel Coixet (Panorama) vio la luz. En esta extensa entrevista, la cineasta habla sin pelos en la lengua sobre el comportamiento humano y la responsabilidad, con ese carácter y pensamiento tan indoblegable que la caracteriza. 
 
El cine se nutre de las demás artes (literatura, música, pintura…) y no se puede escribir sobre él sin tener antecedentes de lo que se ha hecho con anterioridad. Para Lucía la ética está por encima de todo y se mantiene aislada de cualquier contenido que genere un vínculo comprometedor con los profesionales del celuloide. Esta base tan pedagógica no le impide utilizar un lenguaje claro y sencillo, sin complicaciones, inteligible para el lector, con una redacción ágil y de calidad, en todos sus artículos y entrevistas. 
Los comienzos

Pregunta. Eres licenciada y doctora en Ciencias de la Información, profesora universitaria de Cine y de Formatos Audiovisuales de Ficción en la UNIR, investigadora audiovisual, guionista, directora, escritora y crítica de cine, autora de más de 20 libros, escribes en Huffington Post y Todo Es Cine… ¿Es fácil compaginar todas estas labores? 

 
Respuesta. ¡Definitivamente no! (se ríe), es muy complicado y, sobre todo, cansado; pero, por otro lado, pienso que si me faltara alguno de los ámbitos en los que trabajo no sería yo. He tenido un altísimo grado de actividad desde pequeña, sin duda es mi forma de ser.
 
P. ¿A qué edad surgió tu interés por el periodismo?
 
R. Por el periodismo en sí muy tarde, en la propia facultad; mi interés iba orientado hacia el mundo del cine (hablar de él, analizarlo, diseccionarlo), pero cuando respiré el aire de Ciencias de la Información me di cuenta de que no había una profesión mejor.
 
P. ¿Cuándo comenzó tu andadura profesional en el mundo del periodismo?
 
R. Pues siendo estudiante en la facultad. Me interesé por la crítica cinematográfica y empecé en tercero o cuarto. Fue fantástico.
 
P. ¿Nos puedes enumerar tus primeros trabajos dentro de esta profesión?
 
R. ¡Claro! Trabajé en todoescine.com desde el comienzo, cuando se llamaba todosalcine.com, allí comencé a hacer entrevistas a directores y actores y fue una experiencia inolvidable; además escribí en periódicos (en el Adelantado de Segovia, por ejemplo) e hice prácticas en televisiones locales como TeleAsturias, donde pude cubrir el rodaje de Vicky Cristina Barcelona. Eso de estar durante un mes viendo todos los días a Woody Allen, Scarlett Johansson, Penélope Cruz o Javier Bardem fue una de las mejores experiencias de toda mi vida.
 
Siempre aprendiendo
P. ¿Cómo definirías tu carrera profesional en estos momentos y hasta dónde te gustaría llegar?
 
R. Todavía está en ciernes, siempre me siento como una estudiante que todavía tiene mucho que aprender.
 
P. ¿Qué es lo que más valoras de tu trabajo? ¿Y aquello con lo que más disfrutas?
 
R. Me encanta la docencia, enseñar a los alumnos es una de las sensaciones más satisfactorias. Enseñar Guion, por ejemplo, o Historia del Cine. Todavía me emociona cuando mis alumnos me dicen que jamás han visto una secuencia como la de la escalera de Odessa.
 
P. ¿Cuáles son tus grandes referencias en el mundo del periodismo?
 
R. Truman Capote. Es un autor al que siempre vuelvo, año tras año. Es un periodista capaz de incidir en la realidad con ojo clínico y, al mismo tiempo, un autor literario de primera magnitud. Y, cómo no, Ryszard Kapuściński, con él aprendí que los cínicos no valen para este oficio.
 
P. A pesar de ser una gran articulista, tu faceta como entrevistadora es la que te está aportando un enorme éxito durante los últimos años. ¿De cuáles de tus entrevistas te sientes más orgullosa?
 
R. Eso de «gran articulista» no lo veo, pero sí es cierto que me encanta escribir. Sobre las entrevistas ¡es tan difícil elegir! Me resulta muy complicado. De hecho, la entrevista es mi género periodístico preferido, no se puede conocer a nadie con mayor profundidad que cuando se le entrevista. Más que un recuerdo concreto, yo rescataría la sensación del acto mismo de entrevistar, cuando por fin consigues que alguien tenga confianza contigo y sientes una complicidad inmediata. Es al mismo tiempo profesional y humano.
«Para ejercer el periodismo, ante todo, hay que ser buenos seres humanos...»
P. ¿Qué pregunta te gustaría que te hiciéramos en esta entrevista y qué nos contestarías?
 
R. Si te soy sincera, viendo el cuestionario que me tenéis preparado, dudo que haya alguna pregunta que quede en el tintero (se ríe).
 
P. ¿A quién te gustaría entrevistar? ¿Qué preguntas le harías?
 
R. Las mayores satisfacciones me las han dado aquellas entrevistas que jamás pensé que realizaría. Por otro lado, del mundo del cine me gustaría haber entrevistado a cualquiera de los autores a los que ha entrevistado Peter Bogdanovich. Imagina qué maravilla.
 
P. También eres una entusiasta cinéfila y has participado en libros tan importantes como El universo de John Ford1939. El mejor año de HollywoodEl universo de Género TierneyEl universo de Howard HawksEl mago de Oz. El libro del 80 aniversario, El universo de Gary Cooper El universo de Montgomery Clift. Todos ellos ha sido editados por Notorious Ediciones, una de las grandes editoriales españolas dedicadas al mundo del cine. ¿Cuándo comenzó tu colaboración con la editorial de Guillermo Balmori y Enrique Alegrete? 
 
R. La primera vez que conocí a Guillermo fue en la Feria del Libro. Me acerqué a saludar a Garci, ya que él había participado en mi tesis doctoral con una entrevista sobre los periodistas en el cine. En la caseta estaban Guillermo y Enrique e inmediatamente hablamos de mi tesis. De ella salieron dos libros y, uno de ellos, fue publicado por Notorious.
 
P. ¿Cuál es tu libro favorito de todos los que has publicado para esta prestigiosa editorial?
 
R. El mejor libro es el que está por publicar y, en este sentido, es totalmente cierto. Tenemos unos cuantos pendientes que van a ser espléndidos. No obstante, El diccionario del periodista en el cine español (1896-2010) es uno de aquellos a los que más aprecio por el resultado, por el trabajo que implicó y por la investigación de siete años que se esconde tras él.
 
P. ¿Qué biografía sobre un actor, actriz y/o director te gustaría escribir?
 
R. Me encantaría hacer la biografía de una directora magnífica que, por el momento, prefiero reservarme. Pero sé que si pudiera realizarlo sería espléndido.
Con faldas y a lo Ford
P. También te dedicas al estudio del cine en todas sus vertientes, y tu vocación cinematográfica e ilusión por adentrarte en las obras de los grandes maestros de Hollywood te llevó a participar en El Universo de John Ford, una de las obras más emblemáticas de Notorious Ediciones y un libro que está agotado en estos momentos. ¿Cómo surge la idea de realizar un libro sobre este prestigioso director de cine?
 
R. Con motivo de su aniversario, nos propusieron participar a un grupo de intrépidos cinéfilos en este espléndido homenaje. Es un libro referencial en el que tengo el honor de compartir páginas con Eduardo Torres-Dulce, Miguel Marías, Espido Freire, Gerardo Sánchez o Carlos Marañón. Es lógico que esté agotado.
 
P. ¿Por qué te gusta tanto John Ford?
 
R. Es genético. Mi abuelo materno fue un gran cinéfilo que adoraba el wéstern. Con él y con mi madre aprendí a valorar este género increíble que, sorprendentemente, a muchas personas les parece menor.
 
P. ¿Cuáles son las principales características de la obra de John Ford? 
 
E. Además de su indudable talento, yo siempre resalto su eficacia narrativa. En una película de Ford jamás sobra ni falta un plano. Sabe qué decir y cómo en el momento correcto. Llegar a tal punto de depuración me parece soberbio.
 
P. ¿Cuál ha sido la importancia de John Ford en la historia del cine?
 
R. No es que sea importante, es que Ford es plena historia del cine. Sin él y sin su ingenio el mundo del cine estaría rotundamente incompleto.
 
P. El doctor Arrowsmith (1931) y Cuatro hombres y una plegaria (1938) son las dos películas de John Ford que analizas en esta extraordinaria obra. ¿Cuáles son tus otras películas favoritas de John Ford?
 
R. De Centauros del desierto me apasiona la potencia de su imagen y la limpieza de sus planos; de La diligencia el modo en que reescribe el wéstern, elevándolo a la máxima potencia. Me encanta el tono naturalista de Las uvas de la ira y la emoción de Qué verde era mi valle. Y, cómo no, me apasiona El hombre tranquilo, sin duda mi favorita.
 
P. Ya que estamos hablando de John Ford, ¿qué opinión tienes de actores y actrices que han trabajado en muchas ocasiones con el maestro estadounidense como John Wayne, Maureen O’Hara, Henry Fonda o James Stewart? 
 
R. Hablar de estos puntales de la historia del cine es abrumador. No tengo palabras para definir semejante arte. No son actores, son iconos.
«El periodismo es cultura»
R. De todos los libros en los que has colaborado con Notorious Ediciones, uno que nos gusta mucho en la agencia es 1939. El mejor año de Hollywood. Una obra totalmente imprescindible para todos los amantes del séptimo arte. ¿Por qué es tan especial este año para los amantes del cine? ¿Qué otro año del cine clásico de Hollywood destacarías? 
 
R. Tal como comento en el capítulo «El mejor año de Hollywood», 1939 fue el momento en que el engranaje de la industria hollywoodiense funcionaba de forma más perfecta. La era de los estudios estaba a pleno rendimiento y el star system se nutría de las celebridades con más talento de la época. Los guionistas, montadores y profesionales en nómina aseguraban una continuidad y una calidad que jamás serían replicadas.
 
R. Uno de tus trabajos más reconocidos es Hablemos de cine: 20 cineastas españoles conversan sobre el cuarto poder. Una maravillosa obra que muestra, a través de entrevistas a 20 prestigiosos cineastas españoles, la opinión que estos tienen respecto al periodismo y el cine. ¿Cómo surgió la idea de poner en marcha un proyecto de estas características?
 
R. Todo comenzó con mi tesis doctoral. Analicé la imagen y la ética del periodista en el cine español desde 1896 a 2010. Después de visionar más de mil películas, comprendí que cada principio ético que enseñaba a mis alumnos tenía, sorprendentemente, una película paradigmática que reflejaba la praxis profesional. Así que realicé un elenco de las veinte películas más representativas de la deontología periodística y contacté con sus directores (a su vez guionistas) para que me explicaran por qué habían configurado a sus reporteros del modo en que lo habían hecho.
 
P. José Luis Garci, Álex de la Iglesia, Jordi Mollà, Julia Montejo o Betty Kaplan son solo algunos y algunas de los directores y directoras con los que te reuniste durante el periodo 2009-2010 para analizar minuciosamente a la sociedad española en busca de alguna evidencia sobre la industria cinematográfica y su conexión con el cuarto poder. ¿Qué relación tiene el periodismo con el cine? 
 
R. El periodismo ha sido el gran protagonista del cine, especialmente desde los años veinte. La figura del periodista favorece el avance de la trama, es un gran precipitador de los acontecimientos, además de constituir personajes atractivos y arriesgados. Como comenté en el programa Historia de nuestro cine, un periodista casi siempre augura una buena película.
 
P. ¿El periodismo es cultura? 
 
R. Sin duda. Y no solo es cultura, sino que además es el gran propiciador de la cultura. El periodismo satisface un derecho humano fundamental, el de la información. Sin periodismo no hay ciudadanos ni hay democracia.
 
P. ¿Cuáles son tus novelas y películas, basadas en el periodismo, favoritas?
 
R. Aquí no puedo pasar por alto una obra de teatro que, a pesar de ser típica, sigue teniendo toda la validez y vigencia posibles: The Front Page de Ben Hecht y Charles MacArthur. En términos de adaptaciones, siempre me quedaría con la de Howard Hawks, His Girl Friday (1940). Me encanta el giro del personaje de Hildy encarnado por Rosalind Russell.
Siempre que admiramos a alguien
P. En Con «C» de Coixet te adentras y profundizas de una forma maravillosa en la obra de Isabel Coixet, seguramente nuestra cineasta más importante. ¿Cuándo conociste a Isabel Coixet y qué te llevó a escribir este libro?
 
R. Este es uno de mis libros favoritos, de los más queridos. La editorial Proteus se puso en contacto conmigo por mis estudios de Ética y Cine. Me comentaron que tenían una colección de libros-entrevistas realizados a personajes que destacasen por su alto nivel ético y por su implicación y compromiso social, y querían que yo hiciese un libro entrevistando a un/a cineasta que yo eligiera. Les comenté que la única y mejor cineasta que podría encajar en ese perfil era Isabel Coixet. Ellos aceptaron. Escribí a Isabel Coixet y enseguida me contestó. Acordó que participaría si su remuneración iba a ser destinada a una causa que me pareció espléndida. Así que comenzamos a reunirnos periódicamente y así completamos este libro de entrevistas.
 
P. ¿Cuáles crees que son las mejores películas que ha dirigido Isabel Coixet?
 
R. Todas. Sin excepción. Isabel Coixet es una cineasta de un nivel profesional completamente extraordinario. Poco se valora a una directora que consigue codificar a nivel visual un universo tan complejo e intelectual. Realmente ella es una de las personas más cultivadas y extraordinarias que conozco. Todavía me sorprende que no tenga un reconocimiento muy superior.
 
P. ¿Qué ha aportado Isabel Coixet al cine español? 
 
R. Calidad, internacionalización, diversidad, lirismo. Ahora es fácil encontrar una cinematografía consolidada, con mayores rasgos industriales y con más sinergias entre países, pero cuando ella comenzó aquello era inédito. 
 
P. ¿Cuáles son tus primeros recuerdos cinematográficos?
 
R. Como espectadora, la infancia más precoz obsesionada la gran pantalla, aquella grandeza. Como directora y guionista todo llegó más tarde. Tuve que ver mucho cine e interiorizar mucho las estructuras narrativas para darme cuenta de que necesitaba codificar todo aquello en forma de guion. 
 
P. ¿Qué significa el cine para ti?
 
R. Es mi profesión, mi vida, mi ocio, mi fuente de calma. Lo es todo. Obviamente, a quienes nos gusta el cine también somos aficionados a la lectura, al arte y a otras manifestaciones culturales, pero sin duda el cine es una magnífica combinación de muchas de ellas.
 
P. ¿Cómo crees que será el cine del futuro?
 
R. El que nosotros queramos. Habrá una parte en el que la técnica y la coyuntura influyan, pero si dejamos de ir al cine, este acabará desapareciendo del modo en que conocemos. Es hora de que la sociedad se dé cuenta del grado de responsabilidad que tiene en el devenir de los acontecimientos.
 
P. ¿Cuáles han sido tus héroes literarios y cinematográficos favoritos?
 
R. Son innumerables. Cada día van en aumento y, a veces, me resulta abrumador no ya pensar en lo que llevo visto y leído, sino en todo lo que me gustaría ver y leer. Es una adicción. Como dice la extraordinaria película de Douglas Sirk, Magnificent Obsession, «es una magnífica obsesión».
Esfuerzo, empatía y poder conceptual
P. Has estrenado Endless Cinema, tu primer documental como directora, en el Festival de Valladolid (un certamen que apoya al llamado cine de autor). ¿De qué trata esta obra? 
 
R. Es un documental que me ha costado muchos años sacar adelante, que ahora parece que empieza a dar sus frutos. Hace un mes, aproximadamente, también lo eligieron en el Buenos Aires International Film Festival. Es un trabajo en el que realizo un repaso a la historia del cine y me atrevo a barajar sus futuros escenarios. La irrupción de las plataformas, el abandono de las salas, la desaparición de la costumbre de ir al cine y la necesidad de esa comunión social son algunos de los puntos que trato de resolver. Para ello, entrevisté a directores como Agnès Varda, Michael Haneke, Isabel Coixet, François Ozon, Naomi Kawase, Carlos Reygadas, Deepa Mehta, Gonzalo Suárez o Apichatpong Weerasethakul para que me ayudaran a dilucidar cómo ven ellos el futuro del cine. Conocerlos a todos ellos fue fascinante.
 
P. ¿Cómo nos describirías tu experiencia como directora? 
 
R. Dirigir es puro éxtasis en todos los sentidos. Es estrés, es entusiasmo, es vitalidad, es responsabilidad, es placer. Rodando se llega a una felicidad total. La cámara, el encuadre, la historia… Es solemne. Ya había realizado cortos de ficción previamente y es una sensación extraordinaria. Es algo que va más allá de lo imaginable; la sensación que se siente la primera vez que un actor profesional menciona las palabras que has escrito en un guion resulta extático. Pura adrenalina. 
 
P. ¿Qué libros, películas y obras de teatro les recomendarías a tus alumnos de UNIR?
 
R. Tanto como coordinadora del Grado en Comunicación como profesora de varias titulaciones, ya tengo a mis pobres alumnos agobiados de tantas recomendaciones. Yo les aconsejo que se cultiven, que indaguen, que descubran más autores y más posibilidades. Si les gusta el cine clásico ¡perfecto! Pero que no abandonen las vanguardias; si les gusta la nouvelle vague ¡fantástico! Pero que prueben a ver alguna película del denominado cinéma de qualité. Y directoras, muchas directoras. Hay quien todavía cree que no hay mujeres cineastas en el cine o las consideran una excepción. Que empiecen por ver Women Make Film de Mark Cousins. Seguro que alguna encuentran.
 
P. ¿Qué valores y competencias hay que tener para dedicarse a tu profesión (periodista y docente)? 
 
R. Pasión. Es una recomendación general. Para todas las profesiones, desde jardinero a relojero, se necesita minuciosidad, cariño por lo que se hace, paciencia y vocación. Sin vocación puedes ser un gran profesional, pero no serás plenamente feliz. Con pasión y vocación tu trabajo siempre será un placer.
 
P. ¿Qué importancia tienen las redes sociales en la docencia y en el periodismo? 
 
R. Es una nueva vía de comunicación, de acceso, de contacto, de información. Pero no sustituye a las anteriores, sino que las amplía.
 
P. ¿Cuál ha sido el reto más importante al que te has enfrentado durante tu brillante carrera profesional?
 
R. No creo que sea brillante, aunque sí es esforzada. El mayor reto es el trabajo diario, el estar siempre al día, el intentar sobreponerse a lo que venga y salir adelante. Eso es algo muy periodístico: Sobrevivir. 
Cine y literatura
P. ¿Cuáles son tus actrices favoritas (españolas y extranjeras)?
 
R. Me cuesta elegir porque, en toda elección, siempre hay cierto punto de discriminación. De españolas adoro a Concha Velasco, por supuesto; y ya que me lo preguntas, me encantaría rescatar a una figura ineludible de nuestra cinematografía, María José Alfonso. Se lo he dicho a ella misma, es extraordinaria. Y, por cierto, en su juventud era idéntica a Katherine Heigl. Extranjeras me encantan las actrices clásicas, como Katharine Hepburn y, más recientes, Jane Fonda. Tienen personalidad.
 
P. ¿Cuáles son tus actores favoritos (españoles y extranjeros)?
 
R. Me encanta Fernando Rey, siempre me ha gustado, tiene una mezcla perfecta de talento, seriedad y picardía. También José Sacristán, tiene mucha verdad. Y extranjero Jack Lemmon (es el mejor), junto con Cary Grant o James Stewart.
 
P. ¿Cuáles son tus directoras favoritas (españolas y extranjeras)?
 
R. La lista es infinita. Agnès Varda, por supuesto; Isabel Coixet, sin duda. Marguerite Duras (también como escritora, me apasiona), Chantal Akerman, Naomi Kawase, nuestra gran Josefina Molina y también Ana Mariscal; Germain Dulac en cuanto a experimentación, Frances Flaherty (la gran olvidada), la animadora Lotte Reiniger o Kinuyo Tanaka. Eso, por no hablar de la pionera, Alice Guy.
 
P. ¿Cuáles son tus directores favoritos (españoles y extranjeros)?
 
R. La lista es igual de infinita que en el caso anterior. Me gusta Scorsese y también Truffaut. Son el cine. Y tengo una lista interminable de directores como Wenders, Kurosawa, Herzog, Wong Kar-wai, Linklater o Weerasethakul.
 
P. ¿Cuáles son tus películas favoritas (españolas y extranjeras)?
 
R. Eso es imposible, no puedo elegir unas pocas entre tantas, ni siquiera para hacer una pequeña representación.
 
P. ¿Cuáles son tus géneros cinematográficos favoritos?
 
R. Todos. No tengo filias en ese aspecto, aunque la acción, el noir y el suspense me llaman mucho la atención. Sí que es cierto que no me gusta el slasher, ya que no me siento cómoda con la violencia ni siquiera sabiendo que es ficción; tampoco el gore en ninguna de sus formas. Y, definitivamente, no me gusta la comedia juvenil testosterónica carente de gusto y de talento.
 
P. La literatura es otra de tus grandes pasiones. ¿Recuerdas cuál fue el primer libro que leíste?
 
R. Comencé a leer muy pronto, antes de los cuatro años. Los hermanos menores tenemos la ventaja de ser más precoces en el aprendizaje. Fábulas, cuentos, historias para niños, a saber cuál fue el primer libro que cayó en mis manos.
 
P. ¿Cuáles son tus escritores y escritoras favoritas?
 
R. Antes lo adelantaba, Marguerite Duras y Truman Capote; también me gustan Lucia Berlin y Javier Marías. Y, cómo no, Eduardo Mendoza, Isabel Allende y Haruki Murakami.
 
P. ¿Cuáles son tus libros favoritos?
 
Tengo fetiches. El hombre que fue jueves, de Chesterton; también Alfred Hitchcock de François Truffaut. 1984 de George Orwell me impactó muchísimo de adolescente. Y a quien siempre vuelvo, aunque sea un autor teatral, es a Tennessee Williams, cualquiera de sus obras.
«¿Sabes cuál es la mayor victoria de una gata sobre un tejado de zinc caliente? Resistir en él todo el tiempo que le sea posible, hasta el último segundo»
P. ¿Qué libros (sobre todo relacionados con el cine) nos recomendarías de los últimos que has leído?
 
R. De creación de guion ¡Salva al gato!, de Blake Snyder. Y las obras referenciales Esculpir en el tiempo y Atrapad la vida de Andréi Tarkovski. Me gustó mucho A propósito de nada de Woody Allen y Our kind of movie de Andy Warhol.
 
P. ¿Cuál ha sido la última película que has visto?
 
R.De estreno, Mi niña, de Lisa Azuelos, estrenada este fin de semana; de películas en general, esta misma noche Un mayordomo aristócrata (1957) de Henry Koster.
 
P. ¿Nos puedes contar algunas de las anécdotas más curiosas que te han ocurrido durante la realización de una entrevista?
 
R. La situación más peregrina que me he encontrado en una entrevista ha sido con el cineasta ruso Andréi Konchalovski. Ambos hablamos inglés y, además, él entiende el español. Pues bien, como había una traductora que no se iba, yo tenía que entrevistarle en español y, aunque él lo entendía, tenía que esperar a que ella terminara de traducirlo al inglés para contestarme. Cuando él me contestaba, como era en inglés y la que le entendía era yo, tenía que esperar a que la traductora hiciera su trabajo de traducirlo al español para volver a preguntarle. Al final nos saltamos el protocolo, hicimos las preguntas directamente, tuvimos una conversación fluida y, al despedirnos, me llegó a decir que habían sido las preguntas más interesantes de toda la jornada de entrevistas. Me llevé un gran recuerdo de Konchalovski.
 
P. ¿Qué otras aficiones tienes aparte del periodismo, la literatura y el cine?
 
R. La ópera me encanta, es también una pasión familiar; el arte general es una necesidad para mí, sobre todo la pintura y la arquitectura. Es difícil que no me quede mirando los edificios de cualquier lugar al que viajo. Mis destinos turísticos siempre deben tener museos, teatros y óperas.
 
P. ¿Nos puedes adelantar algunos de los próximos libros en los que vas a colaborar?
 
R. Ojalá pudiera, pero estos proyectos son siempre confidenciales. Pero sí, más de uno y dos y tres hay.
 
P. ¿Qué otros proyectos tienes para este año?
 
R. Estoy terminando el guion de un largo de ficción. Es apasionante y exigente, pero cuando puedo dedicarle algo de tiempo me resulta totalmente satisfactorio.
 
P. ¿Les puedes enviar un mensaje de agradecimiento a tus seguidores?
 
R. Si han llegado a leer hasta aquí no son seguidores, sino santos. Así que les envío todo mi agradecimiento y una petición ¡no dejéis de ir al cine!
 
Muchas gracias a María Jesús Díaz Prada, compañera de Lucía en TodoEsCine, por las imágenes que nos ha cedido para poder confeccionar este artículo. 

Con algunos proyectos pendientes de salir a la luz, esta Palas Atenea de la comunicación y del cine nos ha dejado un semblante de su trabajo y aficiones muy completo y enriquecedor… ¡vamos para hacer una tesis! ¡Gracias Lucía por esta entretenida e instruída entrevista! Esperamos con interés tus próximas publicaciones.

Redes sociales de Lucía Tello

Twitter: @LUCIATELLODIAZ

Instagram: @lucia_tello_diaz

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4 comentarios en “Lucía Tello: «No se puede conocer a nadie con mayor profundidad que cuando se le entrevista»”

  1. Teo Calderón

    La entrevista es una extendida y gozosa demostración de la felicidad por la práctica de todo aquello que apasiona a Lucía Tello y da sentido a su vida. Felicidades por ello.

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