Defensora a ultranza de la pantalla grande, porque forma una parte muy importante de su vida, la conocida presentadora abulense suele acaparar todas las miradas en las alfombras rojas de los eventos a los que acude. Triunfa en «Historia de nuestro cine» mientras espera que el espacio de entrevistas «Sánchez y Carbonell» vea la luz.
La comunicación es una de las bases fundamentales de todos los elementos que componen nuestra sociedad. Nuestra esencia es lo que expresamos. Nuestras acciones van profundamente ligadas a nuestro modo de comunicarnos en todos los aspectos, desde las palabras que pronunciamos hasta nuestra manera de gesticular e incluso de vestirnos.
Ahora más que nunca, debido al auge y expansión de Internet, vivimos continuamente unidos a los vínculos sociales: estamos siempre «activos» para los demás (familiares, amigos, compañeros de trabajo, usuarios, clientes…) tanto en público como en privado. Lo que publicamos en nuestras redes sociales (Facebook, Twitter, Instagram, WhatsApp, YouTube, LinkedIn, Pinterest…) tiene un alcance nunca antes visto y sirve para formar el concepto que terceras personas tienen sobre nosotros. Por este motivo, es tan importante saber comunicar.
La televisión, además de las redes sociales (las cuales han cambiado la forma de relacionarnos los seres humanos), es el medio de comunicación que mayor repercusión tiene para comunicarnos e informarnos. Comunicarse es mucho más difícil de lo que piensas. No solo consiste en abrir la boca y decir lo primero que piensas. Comunicar es transmitir tus valores mientras cuentas una historia. Un intangible inapreciable que posee la periodista y presentadora de Radio Televisión Española Elena Sánchez.
Es verdad que tenemos muchos comunicadores de nivel, que son capaces de llegar al público transmitiendo información veraz y de calidad, pero Elena se ha ganado el cariño de millones de espectadores porque reúne todas las cualidades que debe tener un profesional de la comunicación (empatía, cercanía, trabajo en equipo…). La abulense derrocha estilo, simpatía y vitalidad en cada una de sus apariciones en la pequeña pantalla. El equilibrio entre experiencia y juventud es una fórmula ganadora en ella.
Su trayectoria es impresionante: Gente, Corazón, Sanfermines… Una carrera profesional vinculada al mundo del cine que la ha llevado a presentar, debido a sus conocimientos cinematográficos, programas tan emblemáticos como Cine de barrio, Días de cine (durante unos cinco años) o Historia de nuestro cine. También se ha encargado de la cobertura de varias de las galas de los Premios Goya y de los principales certámenes cinematográficos que se celebran en nuestro país, brillando con luz propia en sus alfombras rojas con un estilo connatural a las grandes estrellas.
P. ¿Cómo definirías tu carrera profesional hasta el momento y hasta dónde te gustaría llegar en tu profesión?
R. Si echo la vista atrás y tengo que escoger una palabra que defina bien mi trayectoria, creo que escogería «versatilidad». Al menos eso es lo que he pretendido en los casi 20 años que llevo trabajando en TV, ser capaz de adaptarme a todo tipo de formatos de la manera más profesional y natural posible. No tengo metas concretas, mi única ambición es hacer siempre, aquello que me haga feliz. No me cabe en la cabeza aceptar un nuevo reto profesional únicamente por una cuestión monetaria.
P. ¿En qué consiste la labor de una periodista?
R. Yo entiendo el periodismo como una actitud ante la vida. Una predisposición constante a aprender, descubrir, escuchar, compartir… Todo parte del gusto por comunicar y comunicarte con otras personas. Me gusta la gente y me gusta interactuar con las personas, conocidas y desconocidas. No me canso de descubrir gente interesante. Eso sí, con el tiempo, me he vuelto mucho más selectiva.
P. ¿Cuándo comenzó tu interés por esta profesión?
R. Yo soy de vocación temprana. Creo que alrededor de los 12 años ya tenía claro que quería ser periodista.
P. ¿Cuáles fueron tus primeros trabajos en el mundo del periodismo?
R. Comencé desde muy jovencita a «buscarme la vida» dentro de la profesión. Desde que hice mis primeros «pinitos» en Radio Complutense (precisamente con un programa de cine) hasta la publicación de artículos en El Diario de Ávila, pasando por la colaboración en un programa de radio en Onda Cero.
P. ¿Qué es lo que más y lo que menos te gusta de tu profesión?
R. Lo que más me gusta es la cantidad de oportunidades que me ha brindado para conocer gente interesante y aprender de ella. Lo que menos, lo poco que se valora, a veces, el trabajo y la profesionalidad en favor de factores mucho más superfluos como la imagen o la fama.
P. ¿Todo el mundo sirve para ser periodista?
R. Para nada. Igual que no todo el mundo sirve para ser actor, dirigir una película, operar a corazón abierto o ponerse delante de un toro de 500 kilos.
P. ¿Es muy habitual el intrusismo en tu profesión?
R. Sí, mucho. A mí no me importa que profesionales de otros campos se conviertan en grandes comunicadores. Lo que me preocupa es que los medios estén repletos de rostros conocidos que no saben comunicar y que el único «mérito» que tienen para estar ahí, es el de ser «famosos».
P. ¿Hacia dónde va el periodismo del futuro?
R. No me atrevería a afirmar hacia dónde se encamina el periodismo. Me gustaría apostar por una manera libre y veraz de comunicación, alejada de las fake news y del sensacionalismo.
P. ¿Cuáles son tus grandes referencias en el mundo del periodismo?
R. Tengo muchos profesionales que me han marcado a lo largo de todos estos años, a muchos de ellos los he visto trabajar de cerca: Fran Llorente, Vicente Vallés, Lorenzo Milá, Pepa Bueno… En este momento me siento muy identificada con la manera de comunicar de Carlos Alsina. Sus entrevistas me parecen insuperables.
P. A pesar de todos los éxitos que has logrado hasta el momento, ¿qué es lo todavía te queda por hacer o aprender?
R. Me queda muchísimo por aprender y confío en poder seguir evolucionando. Me encantaría tener un programa de entrevistas en profundidad, un programa de viajes, un late night loco y divertido, que saque la payasa que llevo dentro (es una pena que la pandemia obligara a cancelar Sánchez y Carbonell)
P. ¿Cómo es tu día a día laboral? ¿Cómo preparas los programas de Historia de nuestro cine?
R. Aunque cuento con un estupendo equipo detrás, mi trabajo comienza con el visionado de las películas que vamos a emitir. Un visionado que siempre hago acompañada de papel y lápiz para tomar notas. Con todas las ideas que me sugieren las películas, un amplio trabajo de documentación y el guion que prepara la redacción, elaboro el guion definitivo. Lo importante es dominar el tema del que hablas. A la hora de la grabación serán los invitados quienes lleven la conversación por los «derroteros» que más les interesen. El guion es solo el punto de partida. Hay que estar siempre dispuesta a olvidarse de él, una vez que comienza la grabación.
P. ¿Cuál ha sido el mayor reto al que te has enfrentado en tu brillante carrera profesional?
R. Han sido muchos, pero creo que los retos más grandes siempre están relacionados con el directo. La adrenalina, la tensión y el «subidón» que te proporciona la televisión en directo, no se puede comparar con ningún programa grabado, por mucha audiencia que tenga. El directo es la verdad absoluta, la televisión «sin red» y esa sensación no me puede gustar más
P. ¿Cuál es la anécdota más divertida que te ha ocurrido durante la grabación de un programa?
R. Recuerdo un ataque de risa que nos dio a mi compañera Ana Ibáñez y a mí presentando uno de los informativos del Canal 24 horas. La noticia nos causó tanta gracia que ninguna de las dos podía articular palabra y «salvar» a la otra. Se trataba de un pájaro de nombre «Cocaburras» que no podía volar por lo gordo que estaba. Aquella imagen del pobre animal tratando de levantar el vuelo sin éxito nos hizo perder la concentración y el control y estallar en carcajadas.
P. ¿Qué consejos le darías a las personas que quieran dedicarse a tu profesión?
R. No me siento con autoridad para dar consejos a nadie, pero siempre que alguien me dice que quiere ser periodista pero que teme al futuro, le animo a seguir adelante. Hay que perseguir siempre los sueños. Creo que con capacidad de trabajo, de sacrificio, ilusión y ganas de aprender, se puede llegar lejos.
P. Hasta el momento, ¿de cuál o cuáles de tus proyectos estás más orgullosa?
R. De lo que más orgullosa estoy es de haber sabido mantener la coherencia a lo largo de mi trayectoria. Creo que mi apuesta decidida por la cultura me ha situado en un círculo, quizá menos mediático, pero mucho más enriquecedor y estimulante que cualquier otro camino de los que se me han presentado y he rechazado.
P. ¿Cómo te ha afectado el coronavirus profesionalmente? ¿Qué proyectos laborales y personales has tenido que cancelar o posponer por culpa de esta pandemia?
R. Creo que a casi todos, en mayor o menos medida, nos ha afectado este parón forzoso. La pandemia comenzó cancelando el gran proyecto que tenía para 2020, el programa Sánchez y Carbonell, después suspendió una de mis citas más esperadas del año, la retransmisión de los Sanfermines y ha dejado en el camino eventos y galas en las que me hubiese encantado estar. En cambio, me ha dado la oportunidad de bajar el ritmo y disfrutar de mi vida personal de un modo más intenso, como hacía tiempo que no disfrutaba. Como veis, siempre soy de las que ven el vaso medio lleno.
P. ¿Qué valores y competencias crees que tiene que tener una persona para poder dedicarse a tu profesión? ¿Cuáles son tus valores y competencias favoritas?
R. Lo que valoro en mi trabajo es exactamente lo mismo que valoro en la vida. La generosidad, el compañerismo, la bondad, el buen rollo, la profesionalidad, la capacidad de trabajo, el ir siempre de frente, saber escuchar…
P. ¿Crees que las redes sociales son la mejor herramienta para conectar con el público actual?
P. No me atrevería a decir que es «la mejor herramienta» pero, bien utilizadas, las redes sociales pueden ser un buen aliado para comunicar y estar informado.
P. ¿Han cambiado Internet y las redes sociales la forma de ver y hacer periodismo?
R. Creo que gracias a Internet y a las redes sociales hemos ganado en inmediatez, pero hemos perdido en credibilidad. Las fake news se han instalado en nuestra sociedad de una manera muy poderosa gracias a las redes sociales y al anonimato que las ampara.
P. ¿Cuál es tu principal objetivo durante una entrevista: hacer las mejores preguntas o conseguir las mejores respuestas?
R. Conseguir las mejores respuestas, SIEMPRE. Con el tiempo he aprendido que las mejores respuestas suelen llegar de la mano de las preguntas más sencillas y menos pretenciosas. De algo tan cotidiano como un: ¿Cómo estás? Reconozco que, durante mucho tiempo, me he esforzado por ser ingeniosa y demostrar todo lo que sabía sobre el entrevistado. Ahora solo me interesa crear el clima necesario para que el entrevistado se sienta cómodo y «se abra en canal».
P. ¿Cuándo comenzó tu afición por el mundo del cine?
R. Supongo que la afición se ha ido fraguando desde niña. Yo he ido al cine desde muy pequeña. Me crié con títulos míticos como Los Goonies, E.T., La historia interminable, Stand by Me (Cuenta conmigo)... Desde entonces, el cine ha sido mi lugar preferido para soñar despierta.
P. ¿Cuáles son tus actrices españolas y extranjeras favoritas?
R. Suelo huir de estas preguntas porque te obligan a elegir entre un abanico inmenso de talentos. Me fascinan actrices tan diferentes como Anna Magnani, Jeanne Moreau, Bette Davis, Meryl Streep o Isabelle Huppert. De las nacionales me quito el sombrero ante mujeres como Carmen Maura, Victoria Abril o Lola Gaos.
P. ¿Cuáles son tus actores españoles y extranjeros favoritos?
R. Actores extranjeros que me han fascinado desde siempre: Charles Chaplin, Marlon Brando, Daniel Day Lewis, Robert Redford, Joaquín Phoenix o Ricardo Darín (mi gran debilidad). De los españoles me rindo ante los trabajos de Fernando Fernán Gómez, José Luis López Vázquez, Alfredo Landa, José Sacristán, Eduard Fernández, Javier Bardem o Luis Tosar.
P. ¿Cuáles son tus directores y directoras españolas y extranjeras favoritas?
R. Entre mis imprescindibles del cine español estarían: Luis Buñuel, Fernando Fernán Gómez, Edgar Neville, Luis García Berlanga, Ladislao Vajda, Víctor Erice, Carlos Saura, Fernando León de Aranoa o David Trueba.
Conecto mucho con el cine de Isabel Coixet o Icíar Bollaín. Y me interesa mucho el trabajo de toda esa nueva generación de directoras que acaba de llegar, entre las que se encuentran Carla Simón, Belén Funes, Elena Martín o Pilar Palomero.
Del panorama internacional destacaría a gigantes como Fritz Lang, Billy Wilder, ingmar Bergman, Roberto Rosellini, Federico Fellini o Alfred Hitchcock. De los contemporáneos me encanta el cine de Martin Scorsese, Wong Kar-Wai o Luca Guadagnino.
Es un horror porque me dejo fuera cientos de nombres que me fascinan.
P. ¿Cuáles son tus películas españolas y extranjeras favoritas?
No sé si son las favoritas pero ahí van varios títulos de películas que me vuelven loca:
Películas españolas: El mundo sigue (Fernando Fernán Gómez), La tía Tula (Miguel Picazo), Viridiana (Luis Buñuel), El verdugo (Luis García Berlanga).
Películas extranjeras: El apartamento (Billy Wilder), Vidas rebeldes (John Huston), Tiempos modernos (Charles Chaplin), In the mood for love (Wong Kar Way), La edad de la inocencia (Martin Scorsese).
P. ¿Tienen las salas de cine los días contados debido a Internet y las plataformas de streaming?
R. Me sigo agarrando a la idea de que no hay nada más mágico que acudir a una sala a disfrutar de una buena película en pantalla gigante. Creo que por muy grande que sea nuestro televisor o el proyector que podamos tener en casa, nunca se podrá comparar con la sensación que se vive en una sala.
P. ¿Qué opinas de las plataformas digitales como Netflix? ¿Cómo crees que será el cine del futuro?
R. Me parece estupendo que hayan aparecido las plataformas digitales, situando a la ficción televisiva a la altura de la ficción cinematográfica, pero reconozco que el cine de autor que más me interesa como espectadora, lo sigo encontrando en las salas de cine. Creo que estas plataformas ofrecen unos contenidos enfocados a un público mayoritario, en muchas ocasiones se trata de productos de «usar y tirar», de consumo rápido. Aunque veo (e incluso me engancho) muchas de sus series, reconozco que la ficción que «me deja poso» está en otro lugar.
P. ¿Qué otras aficiones tienes aparte del periodismo y del cine?
R. Viajar es una de mis grandes pasiones, la gastronomía es otra de mis debilidades, me paso la vida cantando y bailando, me gusta leer, el arte, la tauromaquia, la moda…
P. ¿Cuáles de tus proyectos se han quedado completamente en el camino o en el olvido?
R. Como os comentaba antes, el principal proyecto que se ha quedado en el camino es Sánchez y Carbonell. Ojalá podamos retomarlo, cuando pase «la tormenta».
P. ¿Nos puedes adelantar algo sobre tus futuros proyectos?
R. Tras el confinamiento y en mitad de esta segunda ola, sinceramente, solo pienso en el presente.
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Muchos son los buenos comunicadores que hemos tenido y tenemos en este país. La televisión y la radio juegan, sin duda, un papel muy importante en el desarrollo mediático de nuestra sociedad y en la transmisión de todo lo que sucede a nivel nacional e internacional. Esta joven comunicadora, con su nueva mirada, está creando escuela en el mundo del periodismo. ¡¡Muchas gracias Elena por esta sincera y amena entrevista!!
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Me ha gustado mucho la entrevista a esta profesional del periodismo, a nivel humano, muy cercana. ¡Enhorabuena!
¡Muchas gracias Cristina por tus palabaras!