Entrevista a María Jesús Velázquez (Profesora de Educación Física, educadora físico deportiva y modelo) Parte I
La Educación Física causa un impacto positivo en el desarrollo cognitivo del ser humano.
Incrementar y fomentar el número de horas de actividad física y deporte, mejora el rendimiento académico y combate el fracaso escolar.
María Jesús Velázquez es profesora de Educación Física y educadora físico deportiva, profesiones que compatibiliza con su trabajo como modelo.
La Educación Física es una de las asignaturas más importantes del curso académico. A pesar de ser una materia escolar basada en el ejercicio físico, tiene un sentido de fondo fundamental: la importancia de las buenas rutinas. El profesor ha de saber comunicar a los alumnos la transcendencia que tiene el deporte, la vida sana y la alimentación saludable. Además, hacer ejercicio es esencial para el desarrollo psicomotor (como el proceso continuo y dinámico de la adquisición de habilidades que reflejan el sistema nervioso central del niño que está madurando) y de expresión corporal (la manera más antigua de comunicación entre los seres humanos, anterior al lenguaje escrito y hablado). También mejora el rendimiento académico y combate el fracaso escolar.
No debemos olvidar que, aunque se trate de deporte, también hablamos de docencia. Por lo que el profesor de Educación Física, trabaje en centros educativos, institutos o universidades, debe poseer el factor de vocación tan imprescindible en el profesorado. Entre sus tareas destacan: programar, organizar y coordinar actividades deportivas; supervisar grupos; entrenar al alumnado en diferentes disciplinas deportivas y motivarlo para que mejore su rendimiento físico.
El deporte es hoy en día un fenómeno de extraordinaria importancia social y ha emergido en la sociedad moderna como un pilar muy importante en la lucha contra la pandemia de la COVID-19, tanto en la prevención como en la recuperación de las personas afectadas por esta enfermedad. María Jesús Velázquez es profesora de Educación Física y educadora físico deportiva, además de apasionada del deporte y de la educación, profesiones que compagina con su labor como modelo (hablaremos sobre este tema en la segunda parte de la entrevista). Frente a la tecnificación excesivamente despersonalizadora que han sufrido el deporte y la asignatura de Educación Física durante muchos años, María Jesús reivindica la espontaneidad deportiva y su importancia formativa.
A pesar de su juventud y de contar con una corta experiencia profesional, María Jesús dispone de una completa formación académica jalonada por incontables cursos, prácticas, jornadas y congresos. Los niveles de conocimientos sobre estas materias (deporte y educación física) que ha adquirido, a base de mucha constancia, durante este largo caminar, le han ayudado a tener claros los objetivos y los valores que le han permitido el esperado éxito profesional. El triunfo de esta docente y modelo sevillana radica en la interacción que ha mostrado en la cohesión y coherencia de todas sus ideas y acciones. Estas actuaciones le han permitido alcanzar muchas de sus metas en un periodo de tiempo muy corto. Y mirar al futuro con ilusión y con las mismas ganas y dedicación que tuvo en sus inicios.
Pregunta. ¿Cómo surgió tu pasión por la educación física? ¿Ha sido innata o te has visto influenciada de alguna manera por alguien cercano?
Respuesta. Mi pasión por la actividad física y el deporte siempre ha estado influenciada por los valores que mis padres nos han inculcado desde bien pequeños a mis hermanos y a mí. Nos hemos criado prácticamente en el campo por lo que hemos crecido en un ambiente idílico para jugar al aire libre. Considero que, en un primer momento, mis gustos hacia la educación física no iban más allá de querer jugar con otros niños o con mis hermanos y nuestros amigos en el cole o en la barriada.
En este sentido, cuando empezaron a preguntarme lo típico de «¿Qué quieres ser de mayor?» Pues siempre quise ser como mis profesores de Educación Física. ¿Por qué? La razón era fácil: sentía que disfrutaban con su trabajo y nosotros, los niños, éramos felices, lo pasábamos bien y era el momento en el que más nos relacionábamos.
Luego, en mi adolescencia, recuerdo una conversación con mi abuelo, que en paz descanse, en la que me dijo que si yo quería ser profesora de Educación Física (él dijo de gimnasia), que luchase por ello, ya que tenía potencial y que no dejase que nadie me influyera diciéndome que esa profesión estaba destinada a los chicos. Que mi abuelo me animase me hizo sentir que iba por el buen camino y que no hay nada que no logres de lo que te propongas si te esfuerzas.
Así que tomé una decisión e hice la carrera de Ciencias del Deporte en la UCA (Universidad de Cádiz), donde tuve la suerte de conocer a muy buenos profesionales. En ese momento me di cuenta que estaba haciendo lo que quería. Dos profesores a los que les tengo un apego diferente a los demás, y sobre todo de uno de ellos, con quien tuve la suerte de trabajar más y por lo tanto de conocer mejor, fue al que siempre he tenido de referencia como docente. Cuando descubrí sus habilidades comunicativas, sus ganas, su pasión, yo también quería ser como él. Quería deleitar a mis alumnos con la misma energía que lo hace él.
Así que sí podría decir que mi pasión por ser profe de educación física, prácticamente, viene desde la cuna y con refuerzos positivos por diferentes personas a lo largo de los años.
P. ¿Cuándo comenzó tu andadura profesional en el mundo de la educación física? ¿Cómo la definirías?
R. Sinceramente, no hace mucho. Apenas hace unos meses que comencé a trabajar como profesora de Educación Física en un centro de Madrid. Así que el curso 2020/2021 ha sido el inicio de lo que espero que sea una larga aventura.
Esta etapa de mi vida la defino como un golpe de esperanza. Terminé el máster de Educación en 2018, por lo que no pude presentarme a esas oposiciones y decidí realizar otro máster que finalicé en 2019. Había hecho mis planes, en 2019/2020 me prepararía oposiciones, pero llegó la pandemia y se aplazaron. Este año hemos aprendido a vivir un poquito más en el presente. Ese momento fue crucial, antes de saber qué iba a pasar si se celebrarían o no, me dio por dedicarme tiempo a mí misma y a la cocina, sobre todo a la repostería. Dejé apartadas las oposiciones hasta que se anunció oficialmente su aplazamiento. Pero como se suele decir: «No hay mal que por bien no venga».
Viendo lo difícil que estaba encontrar un trabajo, relacionado con mis estudios, en estas condiciones, registré solicitudes en varias bolsas extraordinarias de diferentes comunidades de España que ofertaban vacantes y sustituciones para docentes de educación física, ya que no iba a haber oposiciones en 2020. Al final, me adapté a las circunstancias, de modo que trabajé como entrenadora personal durante el confinamiento y el verano, volviendo a las oposiciones en el nuevo curso escolar. Pero tuve suerte y en diciembre me comunicaron desde Madrid que tenía que asistir a un acto presencial obligatorio. Todo fue muy rápido, te lo comunican hoy al medio día y mañana bien temprano tienes que presentarte en Madrid, además, sin un puesto de trabajo fijo. Después de hablarlo con varias personas ese día, cogí un AVE desde Sevilla a Madrid y aquí estoy. Recuerdo que se habían convocado a más de 100 personas, pero acudimos, aproximadamente, unas 35. No se ofertaban más de 15 centros, con vacantes y sustituciones, lo que significaba que 20 personas no nos íbamos a poder quedar trabajando. Fui la séptima en elegir, mi primera opción, además, así que a día de hoy estoy súper satisfecha y orgullosa de mis propias decisiones.
P. ¿Qué es la educación física para ti?
R. La educación física yo la entiendo como una vía de escape, un arte, una disciplina totalmente necesaria y cada vez más. Los niveles de actividad física en niños y adolescentes por norma general no alcanzan las recomendaciones de la OMS (Organización Mundial de la Salud), lo que supone un problema de salud presente y futuro. Intento explicarlo de manera resumida: entre 5-6 horas del día lo pasan en el centro escolar sentados en su pupitre. Para colmo, en el recreo los adolescentes, más que los niños, no suelen jugar. Por la tarde, quienes no tienen clases particulares, están en casa jugando a videojuegos o con el móvil, pero pocos son los que están en alguna actividad extraescolar deportiva. De esta manera es difícil que en el horario no lectivo acumulen los 60 minutos de actividad física moderada vigorosa (AFMV). Aquí, la Educación Física toma un papel primordial, si como docentes somos capaces de hacer que nuestros alumnos realicen al menos 30 minutos de AFMV en nuestras clases, ya estamos aportando la mitad. Esto quiere decir, que fuera del horario escolar, ellos ya solo deben realizar otros 30 minutos. Así que animo a los docentes a enfocar las clases desde esa perspectiva, más aún que a enseñar técnicas de deportes específicos, pues para eso pueden estar las clases deportivas extraescolares.
P. ¿En quién o en qué te inspiraste a la hora de elegir la docencia como profesión?
R. En mis padres. Ellos no son docentes, son agricultores, tienen una huerta ecológica de frutas y verduras. Sin embargo, son mis mejores maestros. Me enseñaron a ser responsable, porque ellos, a pesar de trabajar tan duro, se entregaban en cuerpo y alma para realizar todas las tareas a tiempo. Me enseñaron a ser autónoma, a tomar decisiones y a gestionar el tiempo. Los admiro, admiro la capacidad de trabajo, la energía, la perseverancia, la disciplina, entre otras cosas. Los admiro como padres y como trabajadores. Nunca he conocido a nadie que eche tantas horas de trabajo como lo hacen ellos, sin recriminar, siendo felices y dándonos siempre mucho amor. Conozco la vida del campo, y aunque para un ratito está bien, no es algo que crea que todo el mundo pueda hacer. No creo que yo quisiera dedicarme toda mi vida a ello. Es un trabajo muy duro física y mentalmente. Dedicas demasiadas horas para tener un sueldo que no te permite más allá que sobrevivir.
Pensaréis qué tiene que ver todo eso con la docencia. Seguramente, nada. Solo que esos valores que mis padres, a lo largo de mi vida, me han inculcado me gustaría transmitirlos a las nuevas generaciones y qué mejor que hacerlo a través de la actividad física y del deporte, que ya llevan implícitos una responsabilidad y dedicación muy satisfactoria.
P. ¿Cuántos años llevas trabajando como docente?
R. Bueno, anteriormente lo mencionaba. Llevo ejerciendo como docente desde hace algo más de tres meses. Espero que se siga alargando.
P. ¿Cuáles son las principales características de la asignatura de Educación Física?
R. Desde mi humilde opinión, la Educación Física en centros escolares debe tener una finalidad clara y objetiva. Para mí este propósito consiste básicamente en crear a los estudiantes unos hábitos físicos saludables, incluyendo la práctica diaria de actividad física, una buena higiene corporal y una correcta alimentación. Por supuesto que incluye la iniciación deportiva de deportes tradicionales o alternativos, ofrecerles un abanico de oportunidades en cuanto a juegos, estrategias, modo de ejecución o actuación con el objetivo de que sean capaces de extrapolar los conocimientos adquiridos en clase a su vida diaria. También debemos hacerles entender que a veces no es necesario disponer de instalaciones específicas, sino de utilizar los espacios que tenemos a nuestra disposición para ejercitarnos, ya sean espacios urbanos o naturales. Por último, que sean lo suficientemente autónomos para cuidar de los diferentes espacios y de ellos mismos, previniendo así posibles lesiones o posibles accidentes deportivos.
P. ¿Cómo es la educación física para niños?
R. En mi caso no tengo la titulación de Magisterio y no puedo impartir clases en Primaria. No obstante, todos recordamos cuando éramos niños las ganas que teníamos de salir al patio o ir al gimnasio a jugar. Desde mi punto de vista profesional, a los niños debemos habituarlos a realizar actividad física a través de juegos con componentes lúdicos, evitando los calificativos negativos y ofreciéndoles, constantemente, feedbacks.
P. ¿Crees que podrían mejorarse las clases de Educación Física?
R. Claro. Aún hay docentes que imparten las clases a la vieja usanza. Personalmente, no entiendo la Educación Física solo como el trabajo de la condición física, ni siquiera solo como un deporte, porque de ser así tendría ese nombre. La Educación Física, como su propio nombre indica, se trata de educar al alumnado sobre la importancia de la actividad o el ejercicio físico.
P. ¿Cuáles son las principales dificultades que consideras que se os presentan a los docentes de Educación Física?
R. Sinceramente, creo que la mayor dificultad como docente de educación física es la cantidad de horas lectivas a la semana. Actualmente, en secundaria solo hay dos horas de Educación Física a la semana, que de hecho no alcanzan ni siquiera las dos horas. Esto ocurre porque no consideran que sea tan importante como para que sea una materia troncal. Parece que no nos damos cuenta que, si durante la niñez y adolescencia no invertimos en educación física, en actividad física, en unos hábitos saludables en definitiva, vamos a tener que invertir en salud en la etapa de la adultez. Y yo aquí lanzo una pregunta: ¿Interesa tener niños sedentarios y adultos con riesgo de padecer problemas de salud derivados de un estilo de vida sedentario? O por el contrario: ¿Es mejor tener niños educados de manera activa y adultos sanos con menos riesgo?
Hay personas que aún no relacionan la obesidad, diabetes tipo 2, enfermedades del corazón, entre otras más con tener unos hábitos poco saludables tanto alimenticios como de actividad física.
P. ¿Qué estrategias empleas en las clases? ¿Qué técnicas tienes para realizar las actividades deportivas?
R. No tengo una estrategia o técnica específica. Considero que acabo de empezar y me queda mucho por aprender y mejorar. Es verdad que enfrentarte a un grupo-clase de alumnos por primera vez es impactante. En ese momento pensé que iba a estar como un flan, muy nerviosa y que no sabría cómo reaccionar. No podía estar más equivocada, en mi primer día con ellos realicé unos juegos de presentación para conocernos todos y romper el hielo. Simplemente, fui yo. Terminando la parte de la presentación quise realizar un juego de desinhibición, donde tanto ellos como yo bailábamos imitando a personajes de un vídeo, tipo Just Dance.
A día de hoy, si tuviese que volver a entrar por primera vez, no cambiaría esa primera clase. Me ofreció muchísima información sobre cada uno de los estudiantes, tanto personales como familiares y eso para un docente debe ser ORO. Así que no tengo una técnica como tal, pero sí me gusta ser cercana y escucharles. A veces no se nos puede olvidar que son adolescentes y van a querer escaquearse y convencernos de ciertas cosas, pero nosotros somos adultos.
Aprovecho para aclarar una cuestión: no hay alumnos peores ni alumnos mejores. Hay estudiantes con diferentes capacidades y no hablo de inteligencia múltiple, que también. Sino en una misma materia, como es la mía, Educación Física, hay estudiantes a los que no les gusta, pero que con un poco de mimo y de reconocimiento te das cuenta que incluso tienen unas cualidades espectaculares que no habían explotado. Otros que durante toda su vida han realizado algún tipo de deporte y que creen que solo por eso tenemos que aprobarlos. Ahí debemos entrar para hacerles ver que no estamos en una asignatura de su deporte, sino que los contenidos son más amplios y que lo que les pedimos que aporten a la clase, además de su buena condición física, son otros valores, donde prima el compañerismo, la propia toma de decisiones, la gestión del tiempo, el respeto, la constancia, entre otros. Podría seguir así con decenas de perfiles diferentes de cada uno de nuestros estudiantes. Y esa diversidad es lo que a veces les da sentido a nuestras clases.
P. ¿Cuentas con lo necesario para impartir las clases?
R. Actualmente, estoy en un centro un tanto particular. Hacía más de diez años que no se impartía Educación Física, por lo que algunos de los materiales estaban muy dañados y otros directamente rotos. Sin embargo, para mi sorpresa, me encontré materiales de lo menos usuales como sticks de hockey. Pero bueno, hay un presupuesto destinado a cada materia, así que puedo hacerme con materiales más generalizables.
De todos modos, aún no he necesitado demasiado material y el que me ha hecho falta lo he construido, adaptándome un poco a las necesidades que teníamos y a los contenidos que estaba explicando.
P. ¿Qué es lo que más evalúas en el alumno?
R. Esta pregunta es bastante interesante. Todo depende de las características que presente el grupo-clase. Además, no todos los momentos son iguales, en función de cómo va avanzando el curso, nosotros como docentes vamos evaluando de manera diferente.
Siempre debemos evaluar el proceso de aprendizaje de cada uno de los estudiantes, es decir, las competencias que tenían al inicio de curso y las que van desarrollando a lo largo del mismo. Personalmente, valoro en gran medida los aspectos actitudinales, como pueden ser, la participación, la actitud, la cooperación, la predisposición, la capacidad de atención, entre otros.
Como dijo Lou Holtz: «Tu talento determina lo que puedes hacer, tu motivación determina cuánto estás dispuesto a hacer y tu actitud determina qué tan bien lo haces».
P. ¿Qué pasa con los alumnos que no pueden practicar ningún tipo de deporte?
R. Antes de nada, tendremos que preguntarnos por qué no pueden practicar deportes. Tenemos el concepto de que una persona con cierta discapacidad no puede hacer educación física, pero eso no es del todo real. Hay muchísimos tipos de discapacidades, ya sean motoras, neurológicas o sensitivas, entre otras que igual se me escapan. Lo que quiero decir, es que tanto un estudiante con un brazo escayolado, uno con problemas visuales u otro con parálisis cerebral, por ejemplo, presentan discapacidades diferentes y dificultades para la práctica deportiva.
Por razones obvias las adaptaciones curriculares a cada uno de estos estudiantes no van a ser las mismas. En función de las características que presente y de las adaptaciones que se les haga, sin entrar en detalles, siempre debemos buscar la manera de que participe en la actividad, independientemente del rol que ejerza.
Por ejemplo, en el caso del estudiante con el brazo roto, podrá realizar sin problema cualquier actividad prácticamente, solo deberá usar su brazo no lesionado, ya sea el dominante o el no dominante. Del mismo modo, una persona con discapacidad visual, reducida o nula, hará que en clase se introduzcan nuevos elementos en los que prime el sonido. Por supuesto se toman muchas más medidas, esto solo es un ejemplo para que se pueda entender que siempre hay algo que hacer. No estamos obligados a adaptar toda nuestra clase a estos estudiantes, pero sí estamos obligados a ofrecerles todas las herramientas posibles para involucrarlos en las actividades.
Cuando tenemos un caso más grave, como por ejemplo la parálisis cerebral, aunque el margen de maniobra del que disponemos es menor, este estudiante puede también sentirse parte de la actividad. En este caso, modificaríamos la complejidad de los ejercicios o juegos, y sobre todo le ofreceríamos adaptación de acceso y de los elementos curriculares como los objetivos o los contenidos.
En definitiva, lo que debemos hacer como docentes es adaptarnos a las necesidades de nuestros alumnos e involucrarlos de cualquier manera, ya sea mediante un rol activo, mecánico o intelectual.
P. ¿Cuál es tu objetivo con los alumnos?
R. Esta pregunta creo que con todo lo que he contado hasta ahora se podría deducir. No obstante, en resumidas cuentas, mi objetivo principal es conseguir que el alumnado tenga una adherencia a la práctica de actividad física en su día a día y que de manera automática un porcentaje de su tiempo de ocio también esté destinado a la práctica deportiva. En definitiva, que tengan unos hábitos saludables tanto físicos como alimenticios.
Por supuesto, en cuanto al currículo en función de los contenidos que trabajamos, deben ir superando ciertos objetivos relacionados. Pero mi objetivo personal y final de la Educación Física es que lo aprendido en clase lo lleven a cabo fuera del contexto escolar.
P. ¿Qué ejercicios son los que les gustan más a los alumnos durante las clases?
R. Más que ejercicios, se divierten mucho con los juegos. Los juegos tradicionales o populares donde casi la normativa y los materiales son inexistentes. Esos juegos a los que jugábamos todos en nuestra infancia. Cuanto más lúdico y menos técnico es el contenido, mayor es la motivación y por lo tanto la implicación de ellos.
Además, la música es otro factor que influye de manera positiva. Cualquier juego o ejercicio con una música de fondo o una canción que marque el inicio o el final de la actividad también incrementa la participación del alumnado.
P. ¿Qué valores y competencias hay que tener para dedicarse al mundo de la docencia?
R. Bueno, esta pregunta es difícil de contestar. No sabría qué responderos. Creo que no existe una lista que clasifique a un buen docente porque tenga ciertos valores o competencias.
Lo que sí debería tener un profesional de la enseñanza es un ojo de lince, es decir, ser un buen observador. Un docente que observa a sus alumnos, es un docente que escucha, que entiende, que empatiza, que motiva, comprometido y resolutivo.
P. ¿Qué deportes son los que más te gustan?
R. Qué complicado. Me gusta probar cosas nuevas, pero es verdad que disfruto mucho con los deportes de aventura porque siento el aire más puro de la naturaleza. Ahora, además, hemos creado un grupito muy bueno que hacemos barranquismo, descenso de ríos, senderos en la montaña, escalada y lo que nos echen. Además, nosotros siempre intentamos darle ese toquecito de intensidad, es decir que, si lo normal es hacerlo de una manera, nosotros le buscamos la lógica para complicarlo un poquito más.
P. ¿Y los que practicas con más frecuencia?
R. Hace ya unos 13 años que tuve la suerte de conocer la escuela Kwon Lebrija. Comencé practicando taekwondo y me sumé también al hapkido, es decir, defensa personal. Estos son los que he practicado con más frecuencia, si bien, últimamente por las circunstancias lo tengo algo más abandonado. A veces me dicen que gimnasios de artes marciales hay prácticamente en todos los lugares a los que vaya, y no les quito razón. Lo que no saben es que maestro solo hay uno, y que cuando tu escuela no es una escuela, sino una familia es difícil encontrar algo que se le asemeje. Por eso, después de varios intentos, he decidido dejar de buscar algo parecido, pues mi maestro es único, mi monitora también y mis compañeros son mis amigos, formando una de las familias más bonitas que he podido elegir.
P. ¿Cuáles son tus grandes referencias en el mundo de la educación física y del deporte?
R. Hay un autor español, Francisco Javier Vázquez, que lleva un blog bastante interesante El valor de la educación física. Cuando he necesitado ideas para realizar algún tipo de tarea o actividad, sobre todo cuando estudiaba, solía mirar su contenido publicado. Actualmente, lo demando de manera más esporádica, pero sigue siendo una de mis fuentes más visitadas. Otro referente para mí, es uno de mis profesores de la universidad, Alberto Grao, que tiene varios libros publicados sobre actividad física y/o educación física en escolares, además de bastantes artículos científicos sobre la temática mencionada.
P. ¿Qué libros sobre educación física y deporte nos recomendarías?
R. Sin duda alguna, recomiendo Correr o morir de Kilian Jornet, es un libro de motivación y autosuperación deportiva. Aunque cualquiera de este autor te sumergirá en una actividad deportiva tan real como si estuvieses realizándola tú en ese mismo momento.
Continuará…
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