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Ángel Sala: «Sigo temblando cada vez que vuelvo a ver “Tiburón”»

Aunque vampiros, hombres lobos, monstruos, fantasmas, demonios, brujas, zombis, momias, creaciones alucinantes, extraterrestres o robots hacen las delicias de millones de espectadores, por razones injustificadas, al cine fantástico, de ciencia ficción y de terror se les ha colgado el sambenito de ser el patio feo del cine.

Ángel Sala, director del Festival Internacional de Cine de Sitges, es uno de los grandes defensores de estos tres géneros cinematográficos.

Un poco de historia

El sábado 28 de diciembre de 1895, a las seis de la tarde hora francesa, en el Salón Indien del Gran Café de París, se celebró la primera proyección cinematográfica de la historia del cine. Diez películas, todas de menos de un minuto de duración, se proyectaron ese mítico día, entre ellas La sortie de l’usine Lumière a Lyon, L’Arroseur arrosé y Le repàs.

Solo fueron 33 las personas afortunadas que presenciaron este evento, aunque había 100 sillas preparadas, algo que decepcionó un poco a sus inventores. La entrada valía un franco y los hermanos Lumière (Auguste y Louis) no estaban presentes en la sala. El padre de ambos inventores fue el encargado de proyectar las diez películas. Entre película y película se debía parar dos minutos para realizar el cambio de film. Ese tiempo de espera entre cinta y cinta era superior a la duración de la mismas.

El también francés George Méliès, por aquel entonces director de un espectáculo dedicado a la magia, impresionado por este invento, fundó el Montruil-sous-Bois, el primer estudio cinematográfico de la historia. Uno de los filmes más célebres que dirigió Méliès fue Viaje a la Luna (1902), la película que inauguró el género de la ciencia ficción en el cine. En esta obra nos podemos encontrar casi todos los trucajes que solía utilizar este cineasta para asombrar a los espectadores: la sobreimpresión, los juegos de escala, el truco de desaparición y sustitución, los trampantojos…

El séptimo arte supuso en su momento un cambio sin precedentes en la forma de pensar de la gente y a lo largo de sus 125 años de existencia ha significado una verdadera revolución en las artes, la cultura y el pensamiento. En sus inicios, la gran pantalla estaba llena de películas de fantasía, hasta que el público empezó a inclinarse hacia otro tipo de historias más realistas y las acabó relegando a un segundo plano.

Los orígenes del Festival

En la actualidad, una extraña contradicción recorre la historia de estos dos géneros: se consumen intensamente por el gran público, pero son despreciados e infravalorados por una parte bastante importante de la crítica. Incluso, a pesar de su evidente éxito, los propios espectadores continúan sin tomárselos en serio.

Sin embargo, hay dos ámbitos en los que el cine fantástico, de ciencia ficción y de terror se está revalorizando: el de las series (ya no es ninguna sorpresa que cada vez se produzcan más series de estas temáticas y que sean un éxito de masas como, por ejemplo, 30 monedas de Álex de la Iglesia) y el de los festivales internacionales dedicados a estos tres géneros, como el de Sitges.

El Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges nació en 1968 con el objetivo de promover un espacio de exhibición, promoción y difusión de las películas fantásticas, de terror y de ciencia ficción. Una triada narrativa que se ha convertido en el motor de la industria cinematográfica. También se ha convertido, a lo largo de todos estos años, en la plataforma ideal para el lanzamiento de nuevos creadores, tanto nacionales como internacionales.

Los grandes admiradores del cine fantástico y de terror hemos estado de enhorabuena porque, a pesar de los difíciles momentos que está atravesando la cultura por culpa de la pandemia, el Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges, dirigido por Ángel Sala, ha superado todas las dificultades y ha celebrado su edición número 53.

Ángel Sala
P. Aunque eres un prestigioso escritor, guionista y crítico de cine, se te conoce principalmente por ser el director del afamado Festival Internacional de Cine de Sitges, que se celebra anualmente en esta provincia, y también por ser el autor de un maravilloso libro de «culto» titulado: Tiburón ¡Vas a necesitar un barco más grande! El filme que cambió Hollywood.
 
Puedes presentarte muy brevemente a tus seguidores hablándoles un poco sobre tus inicios en el mundo del cine y contándoles cómo crees que ha evolucionado tu carrera profesional desde entonces. 
 
R. Soy Ángel Sala, director de Sitges – Festival Internacional de cine fantástico de Catalunya. Llegué al festival a través de trabajar en la crítica e información cinematográfica especializada en cine fantástico, trabajando en el festival en diversos cometidos como la coordinación de las secciones de Brigadoon o Animat. Colaboro en varios medios como Dirigido por e Imágenes de actualidad, he publicado en solitario o participado en más de cuarenta libros sobre diferentes aspectos del género así como trabajado en otros campos del sector como la distribución o la producción.
 
P. ¿Cómo definirías tu carrera profesional hasta el momento y hasta dónde te gustaría llegar en el mundo del cine? 
 
R. Una carrera motivada por la pasión por el cine y, en especial, por el fantástico. Disfruto con lo que hago y espero seguir así, aunque no descarto dedicarme más a otras facetas como son la producción de audiovisuales.
Sobre sustos, gustos y domas
P. ¿Cuándo comenzó tu pasión por el cine? 
 
R. El día que mis padres me llevaron a un Cinerama de Barcelona a ver 2001, una odisea del espacio con seis años. Descubrí algo que me llevaba a donde no podría estar nunca.
 
P. ¿Por qué te marcó tanto una película como Tiburón?
 
R. Me produjo profundo terror, tenía solo 10 años cuando la vi, entonces no había spoilers, solo había visto un tráiler. Me enfrento a sensaciones e imágenes que no quería ver. Sigo temblando cuando la vuelvo a ver.
 
P. ¿Cuáles son tus películas de terror y fantásticas favoritas?
 
 R. Sin duda 2001, una odisea del espacio y Tiburón como ya supondrías, pero también El resplandor, The Innocents de Jack Clayton o Los pájaros de Hitchcock. Y me fascinan Vértigo de Hitchcock y Persona de Bergman, que considero totalmente fantásticas.
 
P. ¿Cuál ha sido el mayor reto al que te has enfrentado en tu brillante carrera profesional?
   
R. Hacer bien y saber gestionar aquello que siempre me ilusionó que era dirigir el Festival de Sitges. Sabía que no era fácil y que a veces tus sueños se pueden convertir en pesadillas. Pero aprendí a domar el caballo y sigo aprendiendo.
De la abogacía al séptimo arte
P. ¿Te imaginas trabajando toda tu vida en el mundo del cine? ¿Eres partidario de «morirte» al pie del cañón?  
 
R. No soy partidario de morirme. Pero ni entiendo la vida sin trabajar y, en mi caso, sin dedicarme al cine.
 
P. ¿Cómo entraste a formar parte del Festival Internacional de Cine de Sitges y qué te llevó a hacerlo?
 
R. Entré por años de acudir como espectador y luego como crítico. Fue todo extraño ya que yo compaginaba en los 80 y parte de los 90 mi trabajo como abogado con el ejercicio de la información cinematográfica. Sitges me fascinó desde el inicio, la ciudad, la atmósfera del Festival y entablé amistad con gente que lo gestionaba en aquel momento como Joan Lluis Goas o Xavier Catafalt que me dieron la oportunidad de pertenecer al equipo.
 
P. ¿Qué es lo que se siente siendo el director del mejor festival de cine fantástico del mundo y que concede uno de los premios cinematográficos más reconocidos de Europa? 
 
R. Pues satisfacción de dirigir a un gran equipo de profesionales y de llegar a unos estupendos seguidores que son el alma del festival. Siempre ha sido así hasta en los momentos más difíciles.
 
P. ¿Nos puedes explicar en qué consiste tu labor como director de este festival y los nombres de algunos de los cineastas qué has conocido en él? 
 
R. Mi labor es diseñar la parte artística del festival y programarla en última instancia con todo lo que lleva de coordinación, planificación y comunicación con la dirección de gestión que está en manos de la fundación que da cobertura al certamen. Es un trabajo de muchas horas y todos los días del año, no caben vacaciones ni fines de semana a veces. En el transcurso de estos años he conocido a muchísima gente desde Quentin Tarantino a Johnnie To, Takashi Miike, Paul Verhoeven, Ed Harris, Darren Aronofsky… Infinidad. Y gente del cine español estupenda como Álex de la Iglesia, Paco Plaza, Jaume Balagueró… Estupendos amigos y profesionales.
Haciendo historia
P. ¿Cuál o cuáles son las anécdotas más divertidas que te han ocurrido durante el Festival Internacional de Cine de Sitges?
 
R. Quizá aquella paella que nos obligó a tomar Dino de Laurentis, el gran productor, una noche de clausura a las 11 incluyendo al conseller en cap Artur Más o el simpático reproche de Anthony Hopkins pidiéndome que me hiciera una foto con él después de hacérsela con todo el mundo y yo no pedírselo. Soy poco mitómano, me gusta hablar y compartir con estrellas y directores pero soy poco de fotos y autógrafos.
 
P. ¿Qué cineasta te hubiera gustado conocer en el festival? 
 
R. Sin duda Kubrick, pero falleció en 1999. De todos modos pude estar en su casa, visitar su tumba ya que he hecho una buena amistad con su hija Katherina, su cuñado Jan Harlan e incluso su viuda. Y me encantaría que Spielberg pudiera pisar Sitges algún día, desde luego.
 
P. ¿Por qué tiene tanto protagonismo el cine asiático en el festival? 
 
R. Cuando comenzó mi periodo de dirección en 2001 se vivía un boom del cine coreano, el nuevo cine japonés, el anime o el cine de acción de Hong Kong. Desde ese momento lo hemos seguido y también por un gusto personal , yo siempre he sido un seguidor del cine sobre todo japonés, del kaiju eiga de monstruos gigantes o del cine de artes marciales, así como de los grandes maestros sobre todo japoneses.
 
Diversidad y preferencias
P. ¿Qué consejos le darías a una persona que quisiera dedicarse a tu profesión?
 
R. Ver mucho cine, de todas las épocas, estilos y países. Formarse un criterio, una especialización, leer mucha crítica y ensayo sobre cine y saber leer el negocio del cine, en lo artístico e industrial.
 
P. ¿Cuáles son tus actrices favoritas?
 
R. Pues me fascina Gene Tierney de Laura la Michelle Pfeiffer de Batman Returns soy muy Bette Davis, la Maggie Cheung de Irma Vep, la Bardot de Le Mépris, la Charlize Theron de Mad Max: Fury Road
 
P. ¿Cuáles son tus actores favoritos?
 
R. Daniel Day Lewis en Phantom Thread, Paul Newman en todas, Alain Delon en El samurái o A pleno sol, Dirk Bogarde en Muerte en Venecia… Y Cristopher Lee, Vincent Price y Peter Cushing, trío de ases.
 
P. ¿Qué opinas de otro tipo de actores como John Wayne? 
 
R. John Wayne me descubrió el wéstern y, a través de sus personajes, a John Ford, uno de los grandes directores de la historia. Para mí Wayne representa la personificación de los valores del hombre del Oeste, a veces héroe anónimo que escribe la historia desde un segundo plano como su personaje en El hombre que mató a Liberty Valance o que se retira del plano para dejar paso a otros tiempos como en Centauros del desierto. Simboliza el militar noble, que respeta a sus enemigos y cuida a sus soldados como en la trilogía de la caballería. Wayne es el Oeste, en él cobra significado su paisaje y sus gentes. 
 
Y destacaría siempre su visión del indígena, nunca despectiva, jamás racista, siendo algunas de sus relaciones con indios los momentos más emocionantes de sus películas. Supo despedirse a lo grande, con una epopeya crepuscular y melancólica llena de grandeza como El último pistolero de Don Siegel. Por siempre, Duke.
 
P. ¿Cuáles son tus directores y directoras favoritas? 
 
R. Kubrick y Hitchcock, desde luego, y luego Bergman, Fellini, Spielberg, Paul Thomas Anderson, Orson Welles, Seijun Suzuki, Visconti, Herzog, Lynch, Ford… Son tantos. De las directoras me fascina Claire Denis y me gusta mucho Kathryn Bigelow.
Valores y competencias
P. ¿Cómo te ha afectado el coronavirus profesionalmente? ¿Y personalmente? 
 
R. Afortunadamente, en lo personal no me ha afectado mucho. He llevado bien el confinamiento con mi pareja, mi perro, mis libros y mi videoteca. Preocupado y triste por el panorama en que ha quedado el país y el mundo, la gente que nos ha dejado y cómo se han ido muchos. Y muy preocupado porque la cultura y el cine queden debilitados en este proceso, así como las libertades individuales. 
 
Profesionalmente la situación es grave, todo el sector del cine ha quedado muy tocado. Toca trabajar mucho, reconstruirse y autoinventarse.
 
P. ¿Qué valores crees que posees para dedicarte a una profesión tan difícil y sacrificada como la de cineasta?
 
R. Pasión, ganas de aprender insaciable y autocrítica. Y nunca rendirse.
 
P. ¿Qué competencias debe tener una persona para dedicarse a tu profesión? 
 
R. Seguridad, fe en uno mismo y capacidad de trabajar en equipo. Y no tener problema en aprender cada día y en cada momento.
«Una buena historia te puede llevar a un viaje fantástico»
P. Las salas de cine están hechas a prueba de bomba. Llevan muchas décadas queriéndolas «matar» y se han enfrentado a «enemigos» tan peligrosos y variados cómo la radio, los discos, las crisis económicas, las guerras, la televisión, el vídeo doméstico o los videojuegos. Ahora son Internet y el streaming quienes las están «amenazando».
 
¿Qué opinas de las plataformas digitales como Netflix? ¿Cómo crees que será el cine del futuro? 
 
R. Creo que las plataformas son una evolución del concepto del consumo del cine en casa que existe ya desde hace décadas con la televisión convencional o el vídeo de alquiler. Es algo compatible con los cines, que ayuda a que muchas películas lleguen o lleguen mejor y a poder ver más las que ya se estrenan en salas. Las salas del cine del futuro serán más especializadas en novedades de gran formato o en cine especial o de repertorio y volverán a hacer peso en la importancia de la programación. Y creo que volverán al centro de las ciudades.
 
P. ¿Nos puedes adelantar algo sobre tus futuros proyectos? 
 
R. Varios libros, uno de recuerdos y sensaciones en la profesión durante los últimos 30 años, aunque no memorias, dos novelas y algunos guiones.
 
P. ¿Le puedes mandar un mensaje de agradecimiento a tus seguidores?
 
R. Siempre. Los amantes del fantástico o la gente que ama ir al cine, a festivales, ver cine, no series en casa, leer sobre el cine son el motor de la industria. Sin ellos no hay nada, no hay receptor. Siempre mi admiración y agradecimiento.
 
La 54ª edición del Festival Internacional de Cine de Sitges se celebrará del 7 al 17 de octubre de 2021 y tendrá como motivo central la figura legendaria del hombre lobo como principal representante iconográfico del tema clásico de la bestia interior o la dualidad interna en el ser humano.

La pasión y el trabajo incansable caracterizan a este argonaúta del cinema. Abierto a nuevos aprendizajes y nuevas formas de ver el cine nos ha dejado una semblanza humana y profesional que nos hace vislumbrar nuevas maneras de entender el séptimo arte. ¡Gracias Ángel por cedenos parte de tu valioso tiempo!

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